Colombia crea un banco de hábitat para compensar la pérdida de biodiversidad

Las empresas tendrán un lugar donde pueden invertir en el desarrollo de proyectos de restauración y conservación para remediar los impactos ambientales.

Ubicado en el Departamento del Meta, en el municipio de San Martín de los Llanos, Colombia creó el primer banco de hábitat en Latinoamérica, con 610 hectáreas donde las empresas que tienen la obligación de compensar por pérdida de biodiversidad podrán llevar a cabo proyectos de restauración o conservación.

Las 610 hectáreas destinadas para ese fin están cerca de predios de ganaderos. “Una vez se ponga en marcha el plan, habrá que hacer una serie de cosas. Restaurar, sembrar viveros, establecer perímetros, poner barreras del fuego o evitar que cazadores se acerquen”, cuenta uno de los dueños del predio que, junto con otras dos familias, serán los operadores del proyecto.

Si algún proyecto de infraestructura, agricultura o hidroelectricidad de la región debe compensar haber arrasado con pedazos de bosques o transformado las sabanas, puede solicitar al banco uno de estos terrenos, a cambio de un pago.

Las categorías serán sabanas para conservación, sabana para restauración, bosque para conservación y zona de restauración de bosque. Se busca que las iniciativas se mantengan por 30 años, es el tiempo necesario para que un ecosistema pueda restablecer su dinámica natural.

¿Quién financia la iniciativa?

El banco de hábitat es financiado por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Carlos Novoa, delegado del BID, afirma que el país cuenta con un potencial de US$700 millones para este mercado. Por otra parte, el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, asegura que “aunque existen cantidades enormes de áreas degradadas con proyectos de conservación, muchas veces no se ven los resultados”, pero que esta iniciativa puede ser la solución.

Es una medida para saber si se van a cumplir las metas, permite hacer comparaciones, de una misma área en el tiempo o entre dos áreas del mismo ecosistema, y con la cual se pueden monitorear los avances. Incluye tres variables: el factor de compensación, el contexto paisajístico y la calidad del área en términos del estado de conservación.