El 20 de mayo del presente año, el reconocido blog político antioqueño Bajo La Manga, publicó el artículo del Psicólogo y Especialista en Estudios Políticos, Carlos Andrés Naranjo Sierra, llamado La ley como estímulo a la corrupción. En el se devela el perverso nexo que existe, en ocasiones, entre la corrupción y el exceso de leyes.
Y es que son precisamente quienes legislan y hacen cumplir la ley, los que menos suelen cumplirla o más se benefician de su incumplimiento, por medio de chantajes o chanchullos. Tal como lo señala el autor: «si quienes legislan y ejecutan la ley lo hacen pensando en su beneficio particular, estamos entonces ante un escenario en donde la ley, lejos de proteger, agrede y vulnera los derechos de los ciudadanos».
Cuando estamos en frente de delitos atroces, instintivamente planteamos, en medio de la indignación, el endurecimiento de las penas y la aprobación de la pena de muerte. Desafortunadamente contamos con códigos legales con mucha hambre pero pocos dientes y los evasores de la ley lo saben, bien sea para amenazar a quienes no la cumplen en favor propio, o para incumplirla impunemente.
Por ello más que el endurecimiento y el aumento de leyes, el artículo de Naranjo aboga por pocas leyes pero efectivas. Sin su cumplimiento, la ley es letra muerta y así lo demuestran los análisis estadísticos al respecto «Los estudios psicológicos tienden a demostrar que la eficacia de la pena está más en su certeza que en su gravedad».